El Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA) hizo pública a principios de este mes la Resolución de la convocatoria de ayudas a Grupos Operativos Nacionales. De las 311 solicitudes presentadas han sido aprobadas 45, entre las que se encuentra Saluscastanea. Los objetivos de la propuesta se encaminan a preservar y recuperar el hábitat del castaño mediante la aplicación de técnicas innovadoras para el control de plagas y enfermedades, utilizando la gestión como herramienta de conservación. Con esta iniciativa, se toma en consideración la importancia de la actividad económica desarrollada en torno al castaño como un verdadero agente generador de recursos en el medio rural en el que se asientan las masas de esta especie.
En Saluscastanea se han reunido siete entidades en representación de varias zonas españolas donde está presente el castaño: la empresa Alibos Galicia; la Confederación de Organizaciones de Selvicultores de España (COSE); la Asociación de Productores y Exportadores de Productos Agrosilvestres de Galicia (PROAGROSILGA); el Centro de Servicios y Promoción Forestal y de su Industria de Castilla y León (Cesefor); la sociedad cooperativa andaluza ‘Castañas Valle del Genal’; la Agrupación de Cooperativas del Valle del Jerte y la Asociación de productores de castaña de Villuercas (Cáceres). A estos representantes del sector productor se han unido la Universitat de Lleida; TRAGSA; el Institut de Recerca i Tecnologia Agroalimentaries de Cataluña (IRTA); el Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (SERIDA) del Principado de Asturias y la Asociación Berciana de Agricultores (ABA).
¿Qué pretende Saluscastanea?
El principal problema a abordar es la regresión de esta especie provocada por la falta de control en la expansión de enfermedades como la tinta o el chancro. Estas principales amenazas se ven además acrecentadas por nuevas agresiones bióticas (la avispilla) o abióticas (la sequía) y favorecidas por la actual estructura productiva. El sector productivo del castaño adolece de ‘innovación’ y de mecanismos de transferencia del conocimiento que puedan facilitar la adaptación a las necesidades actuales de gestión.
Saluscastanea quiere poner el foco en el castaño como especie forestal, también productora de frutos, cuyo desarrollo es estratégico en la vida rural de las áreas donde se crece o se cultiva. Por ello se pretende abordar la conservación de su hábitat mediante la gestión como herramienta activa, acercando a los productores la necesaria innovación, para mejorar la competitividad de las pequeñas y medianas empresas. Se busca que todos los integrantes de la cadena de valor, desde los agricultores/selvicultores hasta los comercializadores e industriales, llegando a los consumidores, se vean implicados y beneficiados. El grupo operativo Saluscastanea cuenta con miembros representantes de todos estos agentes.
Por otro lado el proyecto tiene en consideración el hábitat actual, pero también su potencial evolución según las previsiones climáticas de los próximos años, de manera que las soluciones propuestas permitan la persistencia de los bosques de castaño en el venidero marco climático y social.
En definitiva, los objetivos de este proyecto innovador buscan fortalecer la capacidad de respuesta del castaño frente a las principales amenazas bióticas de la especie: tinta, chancro y avispilla, así como disminuir su vulnerabilidad frente al cambio climático. Es necesaria una eficaz transferencia de la información generada sobre medidas preventivas, medios de control de plagas y enfermedades y de la utilización de sistemas de gestión sostenibles para prevenir, combatir o mitigar el deterioro del castaño en las distintas áreas productoras.
Los grupos operativos: trabajo en equipo para encontrar soluciones reales
Los Grupos Operativos se están constituyendo como figuras clave en el desarrollo de la Asociación Europea para la Innovación (EIP-Agri, por sus siglas en inglés) en materia de agricultura productiva y sostenible. Son agrupaciones de actores de distintos perfiles, tales como agricultores, ganaderos, selvicultores, industrias agroalimentarias o forestales, centros públicos o privados de I+D+i o de formación y asesoramiento, centros tecnológicos o instituciones sin fines de lucro, entre otros, que se asocian para conseguir una innovación al objeto de resolver un problema o aprovechar una oportunidad, con un enfoque de acción conjunta y multisectorial.